Árbol genealógico de los Dioses Griegos
Muchos han sido las versiones científicas acerca de la creación del mundo. Unos se inclinan a la teoría del Big Bang como la acertada; otros, se la adjudican a la Mitología Griega. Sin embargo, en este campo, entra la religión, donde se asegura fue Dios quien le dio forma al universo.
Sin duda alguna son temas tan amplios como el universo entero, pero en este caso, el siguiente artículo irá dirigido a los dioses griegos. Para ello, construiremos un árbol genealógico, con el cual nos adentraremos en el escabroso tema del origen del mundo.
La Mitología Griega dicta que el Caos es aquello que existe antes que el resto de los dioses y demás fuerzas elementales, refiriéndose al primigenio del cosmos.
Según la Teogonía de Hesíodo, Caos fue lo primero que existió, posteriormente hace hincapié en otras figuras cosmogónicas elementales que iremos desglosando conforme vayamos avanzando.
Expertos en la materia aseguran, que al ser Caos la única entidad existente originalmente. ¿Qué quieren decir con esto? Que necesariamente las posteriores deidades tuvieron que surgir de él. Esta afirmación ha sido una de las más conflictivas a lo largo de la historia.
Para entrar más en contexto y compenetrarnos más con el tema en general, desplegaremos un poco acerca de lo que es la Mitología griega. Estas fueron desde un principio una especie de creencias y observancias rituales de los antiguos griegos, cuya civilización se fue formando y finalmente estableciendo hacia el año 2.000 a.C.
Consiste primordialmente en un cuerpo de múltiples y diversas historias y leyendas sobre una extensa variedad de dioses. Su mitología como tal tuvo un punto de inflexión en el año 700 a.C., donde se desarrolló satisfactoriamente.
En dicha fecha fueron apareciendo tres colecciones clásicas de mitos: la Teogonía del poeta Hesíodo, la Ilíada y la Odisea del poeta Homero.
Es importante resaltar que la Mitología griega posee varios rasgos distintivos. Por ejemplo, los dioses griegos tienen bastante similitud a los seres humanos, pero de manera externa, también revelan sentimientos humanos.
A diferencia de otras -hinduismo y judaísmo-, esta no incluye revelaciones especiales o enseñanzas espirituales. Tampoco cuentan con una clase de libro sagrado.
Caos es la punta del iceberg en este árbol genealógico, lo tomaremos de referencia para iniciar este viaje hacía el inicio de la vida. De acá en adelante conocerás a una gran cantidad de dioses. ¡Adelante!
Árbol genealógico dioses griegos mitología
La mitología ofrece primero una explicación del origen del universo, de los dioses y de los hombres. En un principio todo estaba mezclado en una masa confusa que los griegos llamaban caos.
Primeramente se liberaron Nix (la noche de lo alto) y su hermano Érebo (oscuridad de los infiernos); poco a poco los dos se separaron.
Érebo desciende; Nix se instala en una esfera inmensa que se divide en dos mitades una es Urano (la bóveda celeste); la otra, Gea (la tierra).
De su unión nacen los titanes (Océano, Jápeto, Cronos), los cíclopes, los monstruos de cien brazos, los gigantes y otras divinidades fantásticas que la mitología distribuye sobre la tierra. Cronos destrona a su padre, y por temor a sufrir una suerte parecida devora a cada uno de sus hijos.
Rea, su esposa, puede llegar a salvar el último de ellos, Zeus; Cronos en su lugar devora una piedra, envuelta en pañales que aquella le ofrece; Zeus se esconde en una caverna de Creta; más tarde obliga a su padre, por efecto de una droga, a dar nuevamente vida a todos sus hijos.
Con la ayuda de éstos, y la de los cíclopes y los gigantes, emprende la tarea de destronar a su padre, empresa que apoyan los otros titanes. Zeus, después vence a los titanes y a los gigantes y puede reinar como dueño sobre el Universo.
La era de los monstruos primordiales termina. Comienza la de los hijos de Cronos, los olímpicos que encuentran en su reino una primera raza de hombres cuya creación se atribuye el titán Prometeo, hijo de Jápeto.
El titán sustrae para ello una partícula de fuego arrancada a la rueda del sol. Zeus, furioso, lo encadena sobre el Cáucaso, donde un águila le devora sin descanso su hígado que vuelve a crecer.
Zeus extermina a los hombres enviando el diluvio; solamente sobrevive Deucalión, hijo de Prometeo, y su mujer; quienes arrojan por encima de sus hombros piedras que se transforman en hombres y mujeres.
Así aparece una nueva humanidad que no le debe nada a los grandes dioses pero que, nacida de la’ acción de los titanes, está ligada a los olímpicos por un cierto parentesco.
Los dioses y los hombres son de naturaleza semejante, pero los dioses son más poderosos y están mejor dotados.
Los contemporáneos de Homero y de Hesíodo consideraban al mundo como una inmensa ciudad. Los dioses son los aristócratas; los hombres los plebeyos.
Estas dos clases de barreras no son infranqueables. Los dioses pueden aliarse con los simples mortales, y por sus hazañas, los hombres, es decir los héroes, pueden elevarse a la categoría de dioses.
Árbol genealógico de los dioses griegos del Olimpo
Los grandes dioses que residen en la cima del Monte Olimpo son los descendientes de un mismo antepasado, Cronos, y forman un verdadero genos alrededor de Zeus.
A él pertenecen sus hermanos (Poseidón y Hades), sus hermanas (Hestia, Deméter, Hera) y sus hijos (Apolo y Atenea).
Después de la derrota de Cronos, Zeus conserva su autoridad sobre el universo entero como jefe de un clan. En esta familia divina cada miembro tiene su personalidad y sus atributos.
Zeus, armado del rayo, es el dueño del cielo. Poseidón, provisto de un tridente, domina el mar. Hades reina sobre el mundo subterráneo y el mundo de los muertos.
Hestia, diosa del hogar, permanece inmóvil en el Olimpo, como el hogar en la casa de los hombres. Deméter protege la tierra cultivada; Hera, esposa de Zeus, vela sobre el matrimonio.
En seguida vienen los hijos de Zeus; Apolo, el dios resplandeciente, preside la adivinación, la medicina, la música, y la poesía. Artemisa, la luna, es la diosa de la naturaleza salvaje; la bella Afrodita representa el amor, la naturaleza fecunda.
La sabia y fría Atenea simboliza la inteligencia y la razón. Hermes, mensajero del Olimpo, ayuda a los viajeros, a los mercaderes y guía las almas en el camino de los infiernos.
El brutal Ares es el dios de la guerra; Hefesto, el herrero cojo, el dios del fuego y de todas las artes y artesanos que se servían de aquel elemento en su trabajo, especialmente los fundidores de bronce. Dionisio, el recién llegado, personifica la viña, el vino y la vegetación.
Alrededor de estos grandes dioses se reúnen una cantidad de divinidades menores: las ninfas rodean a Artemisa, los sátiros forman la bulliciosa escolta de Dionisio.
El cortejo de Apolo, que es el padre de Esculapio, el dios de la medicina, lo integran las musas (Melpómene, Talía, Calíope, Erato, Clío, Euterpe, Terpsícore, Polimnia y Urania).
Fue un viaje bastante largo. Ahora, gracias a este artículo tienes más conocimiento acerca de la mitología griega de la que se habla tanto actualmente.
Muchos profesores usan de referencia a estos dioses para dar ejemplos. Ve más allá de lo simple y abre tu mente a temas profundos que te lleven a preguntarte el por qué de las cosas.
